viernes, 24 de septiembre de 2010

Siddhārtha Gautama.



Buda significa despierto. Por implicación, eso significa que nosotros estamos dormidos. La naturaleza de ese sueño es un misterio que desafía no la comprensión humana (después de todo, algunos SI comprenden), sino el deseo mismo de despertar.
Si el mundo no esta lleno de budas no es porque despertar sea una imposible, sino porque despertar es algo indeseable. Nadie quiere despertar. Si Siddharta Gautama lo hizo no fue porque estaba aburrido de la vida, sino porque estaba harto de sufrir sabiendo que eventualmente el iba a enfermar, envejecer y morir y que nada de lo que hiciera iba a cambiar eso. Tales pensamientos le arruinaron su vida palaciega de disfrute e hicieron que la idea de ser rey se vuelva insignificante.
Dejo todo atrás y se fue a buscar la forma, el medio, de terminar con el sufrimiento que lo aquejaba. Así empezó su camino.

*Una de las primeras representaciones de Buda Gautama.Siddhārtha Gautama representa a la perfección el concepto de «búsqueda espiritual» según las antiguas creencias, sobre todo de naturaleza oriental. Es decir, el incansable esfuerzo interno o la catarsis que conduce a la unión liberadora con la divinidad o nirvana y por la que todos los seres humanos tarde o temprano se verán obligados a realizar (autorrealización) para alcanzar algún día la iluminación, después, eso sí, de experimentar las necesarias y aleccionadoras reencarnaciones. Asimismo, la figura de Siddharta convertido finalmente en el Iluminado (o Buda) viene a expresar la idea mística de que el camino hacia la propia luz y por consiguiente la obtención de la paz interior implica enorme sacrificio y suele comenzar con una provocadora e inquietante duda.